top of page
A050110D-6D9F-41D3-86A3-0D989F7C528B_1_105_c_edited.jpg

Lo que me tocó a mí

Foto del escritor: Claudio Auteri TernulloClaudio Auteri Ternullo

Actualizado: 30 jun 2023


Quiero comenzar estableciendo la diferencia que existe cuando decimos:

  • Lo que pude recoger.

  • Lo que me tocó a mí.

Seguramente, fueron muchas las ocasiones en las que siendo niños tuvimos la oportunidad de recoger con afán los juguetes que caían de la piñata cuando se hacía pedazos. Sí, con afán. Y es que no podíamos darnos el lujo de quedarnos inertes porque los demás niños perseguían la misma meta que nosotros: Recoger la mayor cantidad de juguetes posibles para ser el que más recogió. Bueno, hay que reconocer que quien más recogía era el que más habilidades tenía.


Con esto, obviamente quiero mostrarte que de la misma manera, así como ese ejemplo, son muchas las cosas que en nuestra vida se van a determinar por nuestras aptitudes y habilidades.


En cambio, cuando te digo esta expresión “Lo que me tocó a mí”, quisiera que pienses en lo siguiente: Cuando yo nací…

  1. El papá, la mamá y los hermanos que tengo… que significa “Lo que me tocó a mí”.

  2. El país y la ciudad donde nací… que significa “Lo que me tocó a mí”.

  3. La condición social de mi hogar… que significa “Lo que me tocó a mí”.

  4. Mi apariencia física… que significa “Lo que me tocó a mí”.

¡Te das cuenta! Cada una de estas cosas no tienen nada que ver con nuestras aptitudes; es más, ni siquiera tuvimos oportunidad de decidir o escoger. De hecho, si hubiésemos tenido la oportunidad de hacerlo, muchos de nosotros no tendríamos “Lo que nos tocó”. Por eso pienso que en este caso, en nuestra vida, nuestras actitudes y motivaciones vendrán a ser determinantes.


Entonces, el primer caso tiene que ver con nuestras “Aptitudes”, y el segundo caso tiene que ver con nuestras “Actitudes”. Ahora bien, es importante entender que mientras nuestras aptitudes necesitan ir mejorando, las actitudes que tomemos frente a los diferentes retos y desafíos que se nos presenten, necesitan ir cambiando.


Con todo esto, lo que quise decir es que “Lo que me tocó a mí” cambió a ser “¡Qué bueno! Gracias, Dios mío”. Es mi deseo que puedas experimentarlo en tu vida. Empieza por aceptar que “Lo que te tocó a ti” es parte de un propósito mayor, y que en gran parte, la actitud que asumas te permitirá alcanzarlo o no.


Dios te bendiga…

4 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Caos total

Comments


© 2022 Claudio Auteri Ternullo

© Derechos de autor
bottom of page