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El aprendizaje es un ejercicio continuo

Foto del escritor: Claudio Auteri TernulloClaudio Auteri Ternullo

"Cesa, hijo mío, de escuchar las enseñanzas que te apartan de las razones de sabiduría."

Proverbios 19:27



En la escuela de la vida nadie obtiene un diploma. Somos aprendices eternos. A cada etapa que avanzamos y mientras más aprendemos, más cosas tenemos que aprender. El sabio es aquel que no sabe nada. Lo que sabemos es infinitamente inferior de lo que no sabemos. Mientras más aprendemos, más tenemos la conciencia de que apenas estamos aruñando la superficie del conocimiento. Solamente un insensato proclama su propia sabiduría. Solamente un tarro desocupado hace ruido. Solamente los ignorantes piensan que no tienen nada más que aprender. Nuestros oídos tienen que continuar atentos a la instrucción. Todo tiempo es tiempo de aprendizaje. Aquellos que dejan de oír la instrucción se desviarán de las palabras del conocimiento. Si usted para de aprender, olvidará lo que sabe. Quien para de aprender para de enseñar. Quien se ausenta de la escuela del aprendizaje entra en la fila de la ignorancia. El aprendizaje es un ejercicio continuo, un privilegio constante, una aventura diaria, una siembra de día y de noche y una cosecha a lo largo de la vida. Si hacemos una siembra abundante en el aprendizaje, tendremos una cosecha bendita, cuyos frutos nos deleitarán y nos fortalecerán para la jornada de la vida.


Dias Lopes, H. (2015). Gotas de sabiduría para el alma: 365 Reflexiones diarias (p. 307). Editorial CLIE.

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